• El 31 de agosto fue aprobada la creación del Sistema Provincial de Áreas Protegidas de Santa Elena, un proceso que fue liderado por el gobierno Provincial de Santa Elena y la Fundación Paisajes Sostenibles, con el apoyo de Naturaleza y Cultura Internacional y Andes Amazon Fund.
• Las nuevas áreas protegidas provinciales se encuentran dentro del Área de Endemismo de Aves Tumbesinas, donde se han registrado hasta 56 especies de aves únicas en el mundo.
El Consejo Provincial de Santa Elena aprobó por unanimidad la declaratoria del Sistema Provincial de Áreas de Conservación y Uso Sostenible de Santa Elena (SPACUS). Con esta medida se protegerán, hasta finales de año, 112 450 hectáreas de bosque seco y húmedo que encierran una alta biodiversidad de animales y plantas y resguardan las principales fuentes de agua para toda la provincia. “Para nosotros tener estas Áreas de Conservación y Uso Sostenible es importantísimo ya que Santa Elena no cuenta con fuentes hídricas propias. La única fuente hídrica es el bosque”, afirmó Bertha Carpio, directora de Gestión Ambiental de la Provincia de Santa Elena.
El SPACUS cubre 80,7% del bosque nativo de la provincia, incluido el bosque protector de la Cordillera Choncón Colonche y los remanentes de ocho ecosistemas terrestres biodiversos. De acuerdo con estudios realizados en este bosque protector existen alrededor de 171 especies de aves y 37 especies de mamíferos. Científicos estiman que el número de especies probablemente es mayor, pues todavía existe mucho por estudiar.

Santa Elena, atrae al año a miles de turistas por sus paisajes naturales y sus playas. Entre estos turistas, se encuentran también los aficionados por las aves, quienes visitan Santa Elena para encontrar especies que no habitan en ninguna otra parte del mundo. El SPACUS se encuentra en el Área de Endemismo de Aves Tumbesinas, uno de los lugares con más especies de aves endémicas en el mundo (56 especies). Las nuevas áreas son también el hogar de especies emblemáticas, como el colibrí Estrellita Esmeraldeña (Chaetocercus berlepshi) y especies en peligro crítico de extinción como el Papagayo de Guayaquil (Ara ambiguus).

La expansión de la frontera agrícola ha dejado un paisaje de bosques fragmentados en la costa del país, aislando a poblaciones de animales como el jaguar, puma o mono capuchino que dependen de territorios extensos para sobrevivir. “La costa del Ecuador es la región que menos áreas protegidas terrestre tiene y lo más preocupantes es que hay cada vez menos bosque, todo lo que hay está muy fragmentado. En Santa Elena se encuentra uno de los últimos remanentes de bosque de la costa”, dice Max Lascano, director ejecutivo de la Fundación Paisajes Sostenibles (PASOS). Gracias al establecimiento del SPACUS, los grandes mamíferos y otros animales, podrán desplazarse desde el Parque Nacional Machalilla ubicado en la provincia de Manabí, a la Reserva Ecológica Comunal Loma Alta y el Bosque Protector Chongón Colonche en Santa Elena, sin peligro.
De acuerdo al Plan Nacional de Sequía 2021-2030, Santa Elena es una de las provincias con más susceptibilidad a las sequías como consecuencia del cambio climático. La SPACUS además de almacenar 17 millones de toneladas de carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático global, resguarda el 97,5 % de las fuentes hídricas de Santa Elena. Con las medidas de conservación del SPACUS se pretende asegurar a largo plazo la cantidad y la calidad de agua a los habitantes de la provincia. De acuerdo con Renzo Paladines, director de Conservación de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), “en estas áreas de conservación se protegen las fuentes de agua que abastecen a la mayoría de ciudades y pueblos de la provincia y a todos los hoteles, complejos vacacionales y otros emprendimientos turísticos e industriales de Santa Elena, por eso es fundamental su protección”.

Para el establecimiento del SPACUS, la fundación PASOS, con el apoyo de NCI, trabajó con el Gobierno Provincial de Santa Elena y 32 comunas para desarrollar el estudio de línea base y la delimitación de las áreas de conservación. Para garantizar la conservación de estas áreas a largo plazo se implementarán actividades de manejo como: control y monitoreo, investigación, restauración, reforestación y producción sostenible. De acuerdo con Carpio, se implementarán actividades como la agroecología y bioemprendimientos que permitan a las comunidades desarrollarse mientras siguen conservando sus bosques.