Declaración del CEO sobre los incendios del Amazonas
Área Estratégica: Clima
Tipo de contenido: Blog
País: Bolivia
La selva amazónica sufre los peores incendios en una década.
En julio y agosto del año pasado, los incendios forestales ocuparon los titulares internacionales cuando las llamas ardían en la selva amazónica. Si bien es comprensible que nuestra atención se haya desplazado hacia otros eventos, el problema no ha disminuido. De hecho, los incendios de este año podrían ser incluso más devastadores que los de 2019.
En los últimos meses, miles de incendios han estallado en la selva amazónica. Cuando la quema de la Amazonía estaba en su apogeo en agosto, hubo miles de incendios individuales, casi tres veces más ese mes, 30,901, en comparación con el mismo período del año pasado. Octubre, tradicionalmente un mes en el que las lluvias traen algo de alivio, también experimentó un aumento en los incendios. El Instituto de Investigación Espacial dijo que hubo 17,326 incendios en el Amazonas, en comparación con los 7,855 de octubre de 2019.
Históricamente, los incendios en la Amazonía se han relacionado con la deforestación debido a la expansión de la actividad agrícola. Esta ocasión no es la excepción.
EL Proyecto Seguimiento de la Amazonía Andina (MAAP) utilizó un archivo de datos satelitales para rastrear la deforestación en la Amazonía brasileña y descubrió que la mayoría de los incendios del año pasado ocurrieron en tierras recientemente deforestadas. MAAP ha detectado varias áreas grandes en Brasil que han sido deforestadas recientemente y probablemente serán los sitios de los incendios amazónicos más devastadores en 2020.
Las consecuencias de esta destrucción son nefastas. Los incendios no solo amenazan la existencia del bosque tropical más grande del mundo, sino que también ponen la biodiversidad en riesgo de extinción, amenazan a las comunidades indígenas y obstaculizan los servicios ecosistémicos de los que todos dependemos.
El impacto inmediato de los incendios sobre la biodiversidad es la muerte de la vida silvestre que habita estos bosques, incluidos animales de gran importancia ecológica como el jaguar.. La quema también provoca una pérdida de hábitat que amenaza la supervivencia de las especies.
Con una tasa de infección por COVID-19 130% más alta que la población general, los indígenas de Brasil ya son más vulnerables. El humo de los incendios pondrá sus sistemas respiratorios en un riesgo aún mayor. Estudios recientes sugieren un vínculo entre la exposición a la contaminación del aire y los casos más graves de COVID-19, y los aumentos estacionales de la malaria y el dengue ejercerán una presión adicional en las regiones remotas donde es difícil encontrar camas de hospital.
Además de afectar la biodiversidad y las comunidades de la zona, los incendios agravan la crisis climática. Los incendios y el cambio climático operan en un círculo vicioso: a medida que aumentan los incendios, aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando la temperatura general de nuestro planeta y la ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos como las sequías.
La deforestación también reduce la capacidad de los ecosistemas para absorber dióxido de carbono, contribuye a un cambio en los patrones de lluvia en las regiones afectadas y compromete la calidad del aire en las ciudades cercanas y distantes.

Actualmente, los incendios están consumiendo áreas de bosque en la Amazonía y en otras ecorregiones importantes como el Pantanal en Brasil y el Chaco en Bolivia.
Para prevenir estos incendios, debemos luchar contra la deforestación. Está claro que la misión de Nature and Culture International de salvar los lugares biológicamente más diversos de nuestro planeta sigue siendo tan urgente e importante como siempre.
Con el apoyo de nuestros donantes, Naturaleza y Cultura trabaja actualmente para prevenir incendios en la Amazonía, el Chaco, el bosque seco y otras ecorregiones críticas. Estamos ayudando a las comunidades indígenas y locales a crear nuevas áreas protegidas, lo cual es clave para prevenir la deforestación. Recientemente apoyamos la declaración de Área Natural de Manejo Integrado Municipal Serranías de Igüembe en Bolivia, salvaguardando 302,242 acres de la tala, la expansión agrícola y otras amenazas. También estamos estableciendo y fortaleciendo la gestión eficaz de las áreas protegidas existentes.
Además, Naturaleza y Cultura está capacitando a los guardaparques locales y miembros de la comunidad en la prevención y contención de incendios forestales para evitar la devastación en el futuro. En octubre capacitamos a 25 comuneros del bosque seco de Ecuador para fortalecer las medidas de prevención, control y manejo.
Nature and Culture está comprometida con la conservación de la vida silvestre y los lugares salvajes de nuestro planeta en colaboración con socios locales e indígenas. Con el apoyo de nuestros donantes, continuaremos protegiendo la naturaleza y la cultura en la Amazonía y otras ecorregiones críticas para el bienestar de nuestro planeta.