¡Grandes noticias para la conservación en Colombia! El Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Cuchilla del San Juan, amplía su zona de protección a 29652,9 ha.
- DRMI es una categoría de área protegida que permite el uso sostenible de la biodiversidad por parte de las comunidades locales que habitan en la zona.
- Cuchilla del San Juan aprovisiona de agua a 33 acueductos comunitarios, 1 919 usuarios directos, y 68 veredas con alrededor de 8 000 pobladores.
- Aproximadamente el 92,3% de la cobertura de la tierra del área protegida son bosques andinos y subandinos en buen estado de conservación.
Cuchilla del San Juan es una iniciativa de conservación promovida desde inicios de los años 1990. En el 2000 se la declaró como área protegida con una extensión de 11039 ha., como Distrito Regional de Manejo Integrado, una figura que se declara bajo el principio de desarrollo sostenible, con el fin de ordenar, planificar y regular el uso y manejo de los recursos naturales renovables y las actividades económicas que allí se desarrollan.
Con el apoyo de Naturaleza y Cultura Internacional, a partir de febrero de 2020 se inicia el proceso de su ampliación en articulación con el Instituto Humboldt, WCS, las comunidades que habitan en el área protegida y su zona de influencia. Hoy se hace oficial su adición de 18613 ha, sumando un total de 29652,9 ha protegidas de bosques andinos y subandinos.

Un área clave para la conectividad ecosistémica
Ubicado al centro oeste de Colombia, Cuchilla del San Juan es el hogar y sustento de comunidades campesinas cuya actividad económica principal es la agricultura, principalmente de caña panelera, cultivos de plátano, cacao, fique, actividades pecuarias y piscicultura. El área aprovisiona de agua para el consumo a 33 acueductos comunitarios, 1 919 usuarios directos, y 68 veredas con alrededor de 8 000 pobladores.
Debido a que se encuentra en la confluencia entre el Chocó biogeográfico y los Andes tropicales, Cuchilla del San Juan es clave para la conectividad ecosistémica de Colombia y un punto crítico para la biodiversidad. Además, en Cuchilla del San Juan nace el río más caudaloso (2.721 m3/seg) que desagua al Océano Pacífico en América: el río San Juan. Este río es muy importante para las comunidades afrocolombianas e indígenas del Chocó, ya que viven en sus riberas y lo utilizan para la pesca y la navegación.
“Éramos ciegos ante la riqueza que tenemos porque la vemos a diario, pero no sabíamos de su potencial, que no es solo para nuestro entorno, sino a nivel global. Es un corredor que nos cubre desde el sur de Antioquia hasta Tatamá. Tenemos una despensa rica en fauna y flora”.
– Luis Elías Grajales, habitante de una de las comunidades beneficiarias.
De acuerdo con expediciones biológicas realizadas en el polígono de ampliación, en Cuchilla del San Juan se registraron 1636 especies entre plantas y animales; entre ellas, el oso andino (Tremarctos ornatus), el puma (Puma concolor) y aves de interés para el turismo ecológico como la tangara aurinegra (Bangsia melanochlamys) y la bangsia de Tatamá (Bangsia aureocincta).

De las especies identificadas, 116 son endémicas. En plantas, se estima que existen 47 especies endémicas; de las cuales, 14 están amenazadas, como son los árboles Magnolia jardinensis (endémica y en Peligro Crítico, CR) y el Magnolia urraoensis (endémica y En Peligro, EN). Del total de especies registradas, 307 tienen tendencia poblacional a decrecer globalmente, 53 están en categoría de Amenaza, 8 especies en Peligro Crítico, 18 en Peligro y 27 Vulnerables, de acuerdo con la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN. Gracias a la ampliación del área protegida de Cuchilla del San Juan, estas especies se fortalecen como Valores Objeto de Conservación (VOC), por lo que se deberá establecer un plan de manejo que permita mantener y aumentar el número de individuos existentes y evitar su decrecimiento.
¿Qué sigue?
La ubicación privilegiada de Cuchilla del San Juan hace que el área esté expuesta a presiones directas como interacciones negativas especialmente humano-felino y águilas (cacería de retaliación), actividades agropecuarias sin planificación, sistemas de monocultivo y retorno al territorio con la intención de recuperar los predios abandonados por más de 20 años debido al conflicto armado en los años 90 y 2000. Será todo un reto regular el uso de los recursos naturales por parte de los campesinos y desarrollar estrategias de vigilancia y control por parte de la autoridad ambiental para minimizar los efectos negativos hacia el área protegida.
Con la declaratoria de ampliación del área protegida se realizará la actualización del plan de manejo general, identificando oportunidades de beneficio local que aporten a la conservación del DRMI, como actividades de fortalecimiento de la gobernanza, sistemas productivos sostenibles para mejorar medios de vida, la implementación de una ruta de negocios verdes, turismo sostenible, restauración ecológica y monitoreo de la biodiversidad.
Un esfuerzo multiactor
El proceso de ampliación del DRMI Cuchilla del San Juan fue posible gracias a la participación activa y el compromiso de las comunidades de los municipios de Pueblo Rico y Mistrató, el trabajo articulado del Instituto Humboldt, WCS, Carder, Fecomar y el apoyo de Naturaleza y Cultura Internacional y Andes Amazon Fund.

“El diálogo social es clave para poder consolidar un proyecto de área protegida. Aliarse con organizaciones sociales y ambientales locales es estratégico para construir capacidades alrededor de la conservación y así darle sostenibilidad en el tiempo. Las comunidades campesinas que habitan esta área también se verán beneficiadas a través del apoyo a proyectos de fomento del turismo ecológico sostenible y el fortalecimiento de sus capacidades”
– Luis Santiago Castillo, investigador del Centro de soluciones basadas en la naturaleza del Instituto Humboldt.